La COP27 crea un fondo para los países vulnerables, pero no habla de combustibles fósiles
La COP27 no aumenta la ambición para reducir el uso los combustibles fósiles, pero crea un fondo de compensación a los países más vulnerables para reparar los daños provocados por el cambio climático.Justicia y ambición, esos eran los dos temas primordiales de la 27ª Conferencia de las Partes (COP27) de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático para el secretario general de la ONU, António Guterres. Así lo mencionó en su valoración final cuando, tras dos semanas de negociaciones, se hacía público el acuerdo definitivo de esta cumbre. Un acuerdo en el que se echa en falta, precisamente, más ambición para limitar el ascenso de la temperatura a 1,5ºC, pero en donde encontramos la justicia climática como nota positiva gracias a un importante acuerdo de financiación por pérdidas y daños que los países más vulnerables llevaban reclamando desde 1992.
¿Qué voy a leer en este artículo?
Las emisiones CO2 alcanzan niveles récord en 2022
Los dos grandes temas de la COP27 de Sharm el Sheij han sido los combustibles fósiles y la financiación por pérdidas y daños ocasionados por el aumento de la temperatura global. El evento, que se ha celebrado entre el 6 y el 18 de noviembre en Egipto, ha estado marcado por la crisis energética derivada de la guerra de Ucrania, la proliferación de los eventos climáticos extremos y el aumento de las emisiones de carbono, que alcanzarán niveles récord este año.
El análisis, realizado por Global Carbon Project (GCP), descubrió que el CO2 relacionado con los combustibles fósiles está en camino de aumentar en un 1 % a 36.600 millones de toneladas, el nivel más alto registrado hasta ahora. Un hallazgo que pone de manifiesto que estamos bastante lejos de llevar a cabo las disminuciones necesarias para conseguir limitar a 1,5 °C el aumento de la temperatura global antes de 2030 y evitar los impactos más devastadores de la crisis climática, teniendo en cuenta además que ya hemos alcanzado el 1,1 °C de aumento en la temperatura
"Las emisiones relacionadas con los combustibles fósiles están en camino de aumentar en un 1 % a 36.600 millones de toneladas, el nivel más alto registrado hasta ahora.”
Tan solo 26 países revisaron desde la COP26 de Glasgow sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés) a tiempo para la COP27. Durante la cumbre, el mayor compromiso fue el protagonizado por la Unión Europea, que sube el listón del 55 % de reducción de emisiones al 57 % en el 2030. Aun así, los países tienen hasta 2023 para poder revisar su ambición, año en el que se realizará el primer balance de cumplimiento del Acuerdo de París.
Los combustibles fósiles en la COP27
En la declaración final se evita la mención a la "eliminación progresiva " de los combustibles fósiles ante las objeciones de varios países. Algunos de ellos, como Rusia y Arabia Saudí, advirtieron que cualquier referencia al gas y al petróleo supondría para ellos una línea roja. Sin embargo, a través del artículo 6 los países han definido el gas como una “tecnología de transición”, lo que abre la puerta a una posible prohibición de su uso.
Finalmente, la declaración de Sharm el Sheij insta a los países a reducir progresivamente la generación de energía a partir del carbón y a abandonar gradualmente los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles.
En la ceremonia de clausura, el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Frans Timmermans, aseguró que este plan "no es un paso adelante suficiente para las personas y el planeta". Además, valoró que los esfuerzos actuales no lograrán aumentar y acelerar los recortes de emisiones para conseguir limitar el ascenso de las temperaturas a lo pactado en el Acuerdo de París.
La tensión provocada por esta pérdida de impulso respecto a los compromisos alcanzó tal punto que, durante la jornada del sábado, la Unión Europea llegó a amenazar incluso con abandonar las negociaciones ante las presiones para rebajar el objetivo de 1,5ºC.
Se está dando un progreso significativo hacia la descarbonización y la reducción de emisiones de algunos sectores y países, particularmente en la generación de electricidad renovable. Sin embargo, el esfuerzo global de mitigación del cambio climático sigue siendo insuficiente.
La responsabilidad por “pérdidas y daños” se incluye en el debate climático
La gran protagonista del texto final de la COP27 ha sido la financiación por pérdidas y daños. Un fondo que pretende ayudar a los países vulnerables que ya sufren los efectos del aumento de las temperaturas con sequías, inundaciones y otros fenómenos meteorológicos extremos.
Durante la cumbre, el debate se ha centrado en si los países altamente industrializados que más contribuyeron a causar el problema debían compensar las pérdidas y daños que la crisis climática causa a los países empobrecidos, siendo ellos quienes menos han aportado al mismo. Uno de los ejemplos destacados durante esta cumbre ha sido el de África, cuya aportación a las emisiones de CO2 no alcanza el 2% y que, sin embargo, es uno de los continentes más azotados por la crisis climática.
“El fondo de pérdidas y daños pretende ayudar a los países vulnerables que ya sufren los efectos del aumento de las temperaturas.”
Desastres como inundaciones, sequías, huracanes, deslizamientos e incendios forestales son cada vez más frecuentes e intensos como consecuencia del cambio climático y los países más afectados llevan años pidiendo ayuda financiera para hacer frente a las consecuencias.
Varios países quisieron matizar que este fondo debe estar destinado a ayudar a quienes están en la primera línea de la crisis climática, y no a países con significativos recursos económicos y, frecuentemente, con altos ingresos como exportadores de gas y petróleo, con un grado mayor de desarrollo y con altas emisiones (como el caso de China).
Pese a la importancia del fondo –cuyo financiamiento y alcance no quedó establecido–, de poco sirve pagar por las consecuencias del cambio climático sin atacar sus causas. Nuestro planeta se acerca rápidamente a puntos de inflexión que harán que el caos climático sea irreversible. La COP27 de Egipto marca un pequeño paso hacia la justicia climática, pero se necesita mucho más para el planeta.
Fuentes: