El agua como epicentro de los desastres relacionados con el cambio climático

En los últimos 50 años, los riesgos meteorológicos, climáticos e hídricos representaron el 50 % de todas las catástrofes. y el cambio climático está relacionado con muchas de ellas.
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En un mundo cada vez más afectado por el cambio climático, el agua se ha convertido en el epicentro de una crisis que afecta a muchos puntos del planeta de muy diferentes maneras. Desde patrones climáticos impredecibles, aumento del nivel del mar, inundaciones y sequías, hasta pérdidas humanas y consecuencias económicas millonarias, la mayoría de los impactos del cambio climático están relacionados directamente con el agua.

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

Un verano de lluvias intensas

El Servicio Meteorológico Nacional alemán informó de que, en julio, en apenas dos días las lluvias dejaron una cantidad de agua equivalente a dos meses de precipitaciones. Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo vivieron situaciones similares. 

En el continente asiático, algunas zonas del centro de China recibieron, entre el 17 y el 21 de julio, más lluvias que la media anual. De hecho, en tan solo seis horas, el agua que cayó en Zhengzhou, capital de la provincia de Henan, fue la mitad de su precipitación anual. Sin olvidar los estragos que causaron en Chile o en algunas áreas de España los ríos atmosféricos.

Los peligros relacionados con el tiempo, el clima y el agua están aumentando en frecuencia e intensidad como consecuencia del cambio climático. En este artículo ya hablamos de cómo el aumento de la temperatura global impacta en el ciclo del agua. Cuanto más calor hace, mayor es la velocidad a la que se evapora el agua. Como consecuencia, aumenta la cantidad que circula en la atmósfera en forma de vapor. 

La intensificación del ciclo del agua agravará los eventos climáticos extremos. Hablamos de períodos de sequía más largos, o de lluvias torrenciales e inundaciones cada vez más intensas y frecuentes.

Los datos muestran que, en los últimos 50 años, los riesgos meteorológicos, climáticos e hídricos representaron el 50 % de todas las catástrofes (incluidos los accidentes tecnológicos), el 45 % de todas las muertes registradas y el 74 % de todas las pérdidas económicas registradas a nivel mundial.

 

“En los últimos 50 años, los riesgos meteorológicos, climáticos e hídricos representaron el 50 % de todas las catástrofes”.

 

Los datos tras las catástrofes relacionadas con el agua

Tal y como señalan desde la ONU, solo los desastres relacionados con el agua han causado cerca de 1,3 millones de muertos desde 1970. Entre las diez principales catástrofes registradas durante este período, se destacan las sequías como la principal causa de muertes, le siguen las tormentas, las inundaciones las temperaturas extremas.

En lo que respecta a las pérdidas económicas, las 10 catástrofes más dañinas son las tormentas, que se llevaron 521.000 millones de dólares, y las inundaciones que acumularon pérdidas por valor de 115.000 millones, según un avance del próximo Atlas de la ONU sobre mortalidad y pérdidas económicas, que se publicará en septiembre. Solo en Alemania, las inundaciones de 2002 causaron 16.480 millones de dólares en pérdidas y fue el evento más costoso en el continente entre 1970 y 2019.

 

     "La temperatura global promedio en 2023 estaría entre 1,08°C y 1,32°C por encima del nivel preindustrial”

 

Agua y cambio climático, cada vez más en la misma frase

Según los pronósticos de la oficina meteorológica del Reino Unido, la temperatura global promedio en 2023 estaría entre 1,08°C y 1,32°C por encima del nivel preindustrial, muy cerca de la meta del máximo de 1,5°C que marca el Acuerdo de París para fin de siglo.

Los modelos climáticos recientes predicen que, por cada grado de calentamiento, el ciclo del agua de la Tierra podría intensificarse hasta en un 7 %. En la práctica, eso significa que las áreas húmedas podrían volverse un 7 % más húmedas y las áreas secas un 7 % más secas en promedio.

Más allá de porcentajes, los efectos ya pueden comprobarse sobre el terreno. Las inundaciones de Pakistán en 2022, donde al menos 1700 personas murieron y 33 millones resultaron afectadas, son una prueba de ello.

En la otra cara de la moneda están las sequías. En África Oriental, las lluvias han estado por debajo del promedio en cuatro temporadas consecutivas, lo que ha provocado una crisis humanitaria que afecta a millones de personas, ha devastado la agricultura y matado al ganado, sobre todo en Etiopía, Kenya y Somalia.

Los peligros relacionados con el tiempo, el clima y el agua están aumentando en frecuencia e intensidad como consecuencia del cambio climático. Cada vez es más urgente tomar medidas para mitigar el cambio climático y proteger nuestros recursos hídricos para garantizar un futuro sostenible.

Hay que trabajar a marchas forzadas para conseguir la descarbonización y apostar por la generación de energía renovable y limpia. Además, gobiernos y empresas tienen el reto por delante de planificar infraestructuras más resilientes y mitigar la escasez de agua de muchos lugares con estrés hídrico mediante la depuración y la desalación.

 

Fuentes: