Desmontando mitos contra el reciclaje
Estas son algunas de las mentiras más extendidas sobre la práctica del reciclajeDe la misma manera que hay quien todavía sigue difundiendo los mitos que niegan la influencia del ser humano en el cambio climático, también existe quien propaga que reciclar los residuos generados no tiene ninguna utilidad y en ocasiones hasta puede llegar a ser contraproducente.
Como otros tantos falsos mitos, resulta sencillo desmontarlos con hechos de tal manera que resulta imposible encontrar justificación para no reciclar. El reciclaje tiene innumerables beneficios ambientales, sociales y económicos. Por ello, relacionado con la producción y consumo responsable, Naciones Unidas contempla un objetivo a 2030 para “reducir considerablemente la generación de desechos mediante actividades de prevención, reducción, reciclado y reutilización”. En este sentido, han aumentado las regulaciones sobre el reciclaje en las administraciones locales, llegando a existir en ocasiones sanciones para quienes no lo practiquen o no lo hagan correctamente.
A continuación desmontamos algunos de los mitos falsos más extendidos.
Toda la basura se mezcla en el mismo camión
Por lo general existen varios tipos de camiones que hacen su recogida de manera independiente. En los casos que un único camión vacíe en su interior todos los contenedores de reciclaje, debes saber que se trata de vehículos más modernos con separación de compartimentos en el interior, por lo que cada tipo de residuo está aislado de los demás.
De este modo, todos los residuos separados en los hogares son recogidos y ordenados por los camiones para luego un posterior tratamiento de los mismos.
En la planta de reciclaje se junta todo
Es imposible que tras su recogida los diferentes tipos de residuos se mezclen, básicamente porque estas instalaciones suelen estar separadas y sólo llega a cada una de ellas el residuo en cuestión a tratar.
Aunque es imposible que una parte de los residuos no llegue con impurezas procedentes de otro tipo de basura, estas son separadas de manera manual y automática para su correcto procesamiento.
Para eso ya existe un servicio de limpieza y una tasa de basura
Son cuestiones diferentes. El coste que supone reciclar cada tipo de residuo normalmente no está financiado con la tasa de basura que la administración establece o es asumido por el servicio urbano de limpieza. Ambas labores se encargan de la recogida de residuos orgánicos por un lado y de mantener las zonas públicas en buen estado. Además, la responsabilidad de los ciudadanos para con el medio ambiente convierte en una obligación de facto el hecho de reciclar para cuidar nuestro entorno.
Son las empresas que venden productos envasados quienes mantienen económicamente el reciclaje, para lo que necesitan la colaboración de empresas, organismos públicos y ciudadanos.
Reciclar contamina más que fabricar un nuevo producto
El daño al medio ambiente es mucho mayor si se tiene que producir un material completamente desde cero que si se establece un sistema de reciclaje, puesto que reciclando se ahorra agua, energía y materia prima. Por ejemplo, fabricar una lata con metal reciclado reduce un 95 % de energía; y en el caso del papel supone un ahorro del 62 % de energía y del 86 % de agua.
Frente al modelo de consumo lineal, que genera un gasto continuo de recursos, existe la economía circular, que mediante la reutilización y el reciclaje supone un ahorro en los procesos de producción y la reducción del consumo energético y materias primas.
Según la Comisión Europea, la prevención de residuos, el diseño ecológico, la reutilización y otras medidas significarían un ahorro equivalente al 8 % del volumen de negocios anual de las empresas de la Unión Europea, aunque para ello hay que superar una serie de obstáculos como unas políticas demasiado restrictivas o complejas, fomentar un mayor conocimiento y una mentalidad de reducir, reutilizar y reciclar por parte de los consumidores, empresas y gobiernos.
La calidad de un producto reciclado es peor
También es habitual escuchar que un producto fabricado a partir de materiales reciclados tiene una peor calidad que un producto fabricado con materias nuevas. Es una creencia falsa, puesto que tanto el vidrio como el aluminio y los plásticos se pueden reciclar y reutilizar de manera ilimitada sin perder sus propiedades.
En el caso del papel y el cartón, se genera una pasta que se utiliza para crear nuevos productos como cajas de zapatos, libros o periódicos con una buena calidad del material.
El reciclaje hace perder puestos de trabajo
Es justo al contrario. En los países donde el reciclaje se ha institucionalizado como una costumbre extendida, la necesidad de crear plantas de reciclaje en algunos casos ha multiplicado hasta por diez la tasa de empleo del sector.
Por ejemplo, la Comisión Europea estima que con una correcta gestión de los residuos se crearían más de 400.000 puestos de trabajo, unidos a los 72.000 millones de euros de ahorro para los países comunitarios y el lógico beneficio para el medio ambiente.
Estas son las leyendas más habituales que podrás escuchar para no reciclar. De todas formas, recuerda que siguiendo la regla de las 3R, reciclar es el último paso tras reducir el consumo al mínimo necesario y reutilizar todo aquello que todavía puede tener una segunda utilidad.
Fuentes: ABC, eldiario.es, Ecoembes, Recíclame, Entrepeneur, Hazte Eco y El País.