Consumo responsable y beneficios del consumo local
El consumo responsable ayuda a recompensar modelos productivos justos y responsablesComo consumidores tenemos mucho más poder del que pensamos. Tanto, que se podría decir que cada día votamos con las compras que hacemos como si se tratase de unas elecciones políticas. ¿De qué manera? La periodista especializada en consumo Brenda Chávez, autora del libro Tu consumo puede cambiar el mundo, explica que “con nuestro consumo podemos recompensar modelos productivos justos y responsables. Votar es algo que hacemos cada equis años, pero comprar es algo que hacemos todos los días. Diariamente damos nuestro dinero a una serie de empresas y ese dinero beneficia a veces modelos productivos que, si supiésemos qué tipo de conductas tienen, igual nos lo pensaríamos dos veces”.
¿Cómo es el consumidor responsable?
Sintetizando mucho el significado de consumidor responsable, podría definirse como aquel que es consciente de sus hábitos de consumo y que elige y demanda a los productores de bienes y servicios un mayor impacto positivo en la sociedad y el medioambiente. De esto modo y según la revista Ethical Consumer, el perfil del consumidor responsable viene determinado por cinco factores:
- Reducir el consumo
- Ser más activista
- Consumir productos, bienes y contratar servicios locales así como productos de segunda mano
- Guardar e invertir el dinero en banca ética
- Reutilizar, reparar y reciclar
Uno de los factores que influyen de manera notable en este tipo de consumo responsable es el de la proximidad o también llamado consumo local. Con frecuencia se repite que el consumo local tiene beneficios ambientales, sociales y económicos, pero, ¿cuáles son esos beneficios?, ¿por qué al comprar a productores cercanos que respetan el medioambiente y las condiciones laborales estamos apoyando el desarrollo sostenible?
Beneficios ambientales del consumo local
El principal beneficio ambiental del consumo local es el ahorro energético y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, dado que los medios que transportan los productos desde lugares lejanos generan más emisiones. Asimismo, se reducen los embalajes porque un producto que no viaja tanto no necesita tanta protección. Además, en lo referido a la alimentación, el consumo de productos de temporada favorece la economía local y reduce la importación de productos con su correspondiente transporte.
Beneficios socioeconómicos del consumo local
La trazabilidad del producto es mucho más sencilla cuando se compra localmente que cuando dicho producto viene desde otro lugar del mundo. De esta manera es mucho más sencillo que tanto en su creación, cultivo, producción, tratamiento, transformación, almacenaje, envío, etc. se haya respetado los derechos de los trabajadores y se haya actuado de acuerdo a unos estándares laborales.
Consumir productos locales ayuda a la economía de la zona: un euro gastado en productos cercanos genera el doble para la economía local. Además, si los productores cercanos obtienen réditos de su trabajo continuarán generando riqueza y puestos de empleo en su comunidad.
El mercado también se ve beneficiado porque se crea hueco para competidores más pequeños, lo que deriva en una mayor oferta y una eventual bajada de precios y mayor accesibilidad para los usuarios y consumidores.
Aunque la responsabilidad de lograr un mundo más sostenible no recae únicamente en los consumidores, su papel y su posibilidad de favorecer modelos productivos justos y responsables puede suponer una gran diferencia a favor del desarrollo sostenible global.
Fuentes: Economistas Sin Fronteras, Sabe la tierra, Soziable, Priégola y Buulbox.