La biodiversidad hace 450 años, ¿qué especies se han reducido o incluso perdido?
Una innovadora investigación describe cómo eran las especies en el siglo XVI y retrata la reducción de biodiversidad que hemos experimentado desde entonces.Quien saliese a pasear por los campos de la Península Ibérica hace 450 años se hubiese encontrado con un paisaje y una fauna muy diferentes a las que podemos ver ahora. La reducción de biodiversidad ha provocado la desaparición de cientos de especies. ¿Sabías que en el siglo XVI había unas criaturas parecidas a las cebras en España? ¿O que las anguilas eran comunes en los ríos incluso a 1.000 metros de altura?
¿Qué voy a leer en este artículo?
- Las Relaciones Topográficas
- Cómo ha cambiado la biodiversidad en 450 años
- Frenar la reducción de la biodiversidad
Los relatos sobre el medio natural que nos describen el pasado
Los cuadros son ventanas a través de las cuales nos asomamos al pasado. Unos lienzos sobre los que cientos de artistas retrataron una realidad muy diferente a la que hoy, en nuestro presente, vivimos. Observando detenidamente obras de hace siglos, nos damos cuenta de cómo han cambiado las costumbres y la sociedad, cómo ha evolucionado la tecnología y, también, cómo se ha transformado el medio natural.
Sin embargo, la reducción de la biodiversidad no es algo que podamos analizar en las pinturas de la época. No podemos olvidar que, aunque los cuadros traten de capturar una porción de la realidad, el arte responde a los impulsos creativos y al deseo estético de la persona que empuña el pincel.
¿Acaso podemos decir que el Jardín de las Delicias de El Bosco es un lienzo representativo de cómo era el mundo en el siglo XVI? En el cuadro podemos ver un impresionante bestiario compuesto por docenas de animales de todo tipo. Sin embargo, no todos son reales. Muchos son imaginados por el artista y otros son representaciones de criaturas mitológicas.
En el caso de España, encontramos un caso curioso: podemos conocer cómo era la biodiversidad de aquella época gracias a las Relaciones Topográficas. Se trata de una descripción de los pueblos de España que se recogían mediante cuestionarios a personas inteligente y curiosas. Las preguntas abarcaban temas sobre la población, la religión, el clima, la salud, la arquitectura, las costumbres o cualquier asunto que pudiese ayudar a dibujar cómo eran esos lugares que conformaban los reinos de España. Entre estas cuestiones también se incluían preguntas sobre la agricultura y los recursos naturales que alentaban al cuestionado a describir la vegetación y los animales de la zona.
“Las Relaciones Topográficas abarcaban temas sobre la población, la religión, el clima, la salud, la arquitectura, las costumbres, la agricultura y los recursos naturales”
Un equipo de biólogos de la conservación de la Estación Biológica de Doñana – CSIC ha desarrollado precisamente una investigación de ecología histórica a partir de estas Relaciones Topográficas. Un trabajo que se centra en las observaciones de especies de la España del siglo XVI y que ha sido publicado en la revista Ecology.
Cómo ha cambiado la biodiversidad en 450 años
Las especies que más aparecen en las Relaciones Topográficas son las que ocupaban un lugar principal en la dieta de la época. Hablamos, por ejemplo, de conejos, perdices o liebres. También estaba muy extendido el lobo y en los documentos de las serranías aparecen en numerosas ocasiones el oso pardo y el lince ibérico.
El estudio es un botón de muestra de lo que está pasando por todo el planeta, en cada lugar con propias sus particularidades.
En cuanto al ciervo, el corzo, o el jabalí, animales protagonistas de las cacerías de las clases privilegiadas, eran mencionados como un problema para los pueblos cercanos. Según los registros de las Relaciones, los vecinos de las poblaciones madrileñas de El Pardo o Aranjuez se quejaban de los daños que las cacerías del monarca ocasionaban a los campos de cereales.
Por la meseta sur del país podían divisarse todavía los últimos ejemplares de encebros (o enzebras), el asno salvaje que dio nombre a las cebras africanas, y que fue la más duradera de las muchas especies de la megafauna europea extinguidas desde la última glaciación. Las últimas menciones de estos animales en las relaciones corresponden a dos pueblos de Albacete. Una de ellas recoge que las encebras eran «yeguas çenjzosas de color de pelo de rata un poco mohinas», que «abja muchas y tantas que destruyan los panes y sembrados» y que «corrian tanto que no avia cavallo que las alcançase».
En cuanto a la biodiversidad de los ríos, el camarón de río aparece mencionado varias veces como alimento común de la época. Llama la atención la presencia de las anguilas, que según relatan las Relaciones Topográficas, podían encontrarse en numerosos ríos y hasta altitudes superiores a los 1.000 metros sobre el nivel del mar. Actualmente, han desaparecido por completo de las zonas en las que se las menciona en estos documentos.
“Las anguilas podían encontrarse en numerosos ríos y hasta altitudes superiores a los 1.000 metros sobre el nivel del mar”
Analizar el pasado para no arrepentirnos en el futuro de lo que perdamos hoy
El trabajo de este equipo de biólogos de la conservación de la Estación Biológica de Doñana – CSIC nos ofrece una foto fija en buena calidad de cómo era la naturaleza en un lugar y en un periodo histórico concreto, el silgo XVI. Pero también nos invita a pensar cómo se transforma la biodiversidad y cómo impacta su pérdida o degradación en nuestra vida. Un botón de muestra de lo que está pasando por todo el planeta, en cada lugar con propias sus particularidades.
Recordemos que, hoy en día, se sobreexplotan más de 50.000 especies silvestres para satisfacer nuestro modo de vida. Así lo afirma la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES). La organización alertaba sobre los peligros a los que nos enfrentamos si priorizamos el crecimiento económico a costa de la protección de la biodiversidad.
Abordar las amenazas a las que se enfrentan las especies silvestres y los ecosistemas -como la sobreexplotación o el cambio climático-, es indispensable para conseguir un planeta sostenible donde podamos echar la vista atrás y no arrepentirnos de toda la vida que se ha perdido.
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