Urgencias para un mundo sostenible: Transformación, transferencia e I+D+i
Agrupamos otras tres urgencias para un mundo sostenible.Agrupamos otras tres urgencias para un mundo sostenible:
1. Transformación del modelo energético
El modelo energético vigente se remonta a un siglo atrás. Contaminante, basado en los combustibles fósiles finitos – petróleo, gas y carbón - y en la energía atómica, se estructura mediante sistemas muy centralizados que tratan de incrementar constantemente su capacidad de oferta e incentivan el consumo, al tiempo que aceleran el horizonte de agotamiento al aumentar los ritmos extractivos. Así mismo, externalizan sus costes ambientales y sociales que no se reflejan en los precios de la energía. Frente a él, la evolución tecnológica ya permite la producción a gran escala de electricidad a partir de fuentes renovables – solar, eólica, hidráulica, biomasa… -, disponibles en distintos lugares del planeta, que es preciso generalizar y extender.
Tras Kyoto, son necesarias políticas de contracción de los GEI, de modo que cada habitante del planeta no supere la tasa de emisiones que le pueda corresponder de acuerdo a la capacidad de carga de la Biosfera. A partir de la sesión de Bali (2007), las negociaciones en el seno de la Convención sobre el Clima de Naciones Unidas, han de alumbrar durante los próximos años compromisos de reducción ambiciosos y significativamente cuantificables: el 20% en 2020 y del 50% en 2050.
2. Transferencia Norte/sur
Los países del Este de Europa, de África, América Central y del Sur, y Asia necesitan tecnologías renovables y no contaminantes para aprovechar sus recursos naturales y lanzar su desarrollo económico sostenible. Países como China e India o Rusia sólo reorientarán sus estrategias de desarrollo energético, basadas fundamentalmente en el petróleo, el carbón o el uranio, si se alcanza una cooperación sostenible con Australia, Canadá, Estados Unidos, Japón y la UE. En la actualidad (2013), China es responsable de la mitad de la quema de carbón en el mundo, representando así el 82% de la demanda mundial de carbón. Esto tiene una influcencia directa sobre la contaminación, tan clara como que siete de las diez principales ciudades del mundo con la peor contaminación del aire se encuentran en China.
3. Investigación, desarrollo e innovación tecnológica
Innovación es mejorar, hacer mejor con menos. Innovar dentro de los límites de la capacidad de carga de la Biosfera significa elevar la eficiencia energética en la construcción y en los hogares; lograr una movilidad sostenible no contaminante; desmaterializar la economía, terminar con la obsolescencia programada, construyendo bienes durables; desarrollar productos ecodiseñados, etc. Se trata de transitar hacia una economía baja en carbono.
Un ámbito específico de innovación lo constituyen las TICs. La conocida como brecha digital constituye un nuevo desafío a la equidad, que se manifiesta tanto en el interior de las sociedades industrializadas como en los países empobrecidos, ante el cual la escuela puede ejercer un papel compensatorio.