Personas que invierten en la sostenibilidad del planeta

Los pequeños gestos de personas que invierten en la sostenibilidad contribuyen a que vivamos en un planeta mejor, y en este artículo presentamos algunos ejemplos
alt-img-sociedad-positiva

Uno es lo que ha sido, aquello de lo viene, lo que ha vivido. Uno es, también, lo que quiere ser. La supervivencia del planeta depende de las decisiones que tomemos de cara al desarrollo sostenible. Estamos a tiempo de ser el cambio que queremos ver. ¿Y si empezamos a ser eso que late dentro de nosotros? ¿Y si eso que late es nuestra forma de hacer un mundo mejor?

Cuidar la tierra de los que venimos, sanar el mar y lo que nos ofrece, reutilizar lo que ya existe para darle una segunda vida, saber ver qué contamina el planeta y transformarlo en algo bueno para él.

Tener esperanza, unir esfuerzos, trabajar juntos. Dicen que el mundo es como cada uno lo hace. ¿Y si empezamos por ahí?

Tenemos ejemplos en los que inspirarnos con personas que invierten en la sostenibilidad del planeta. Como es el caso de Álex, un informático que dejó su puesto de trabajo para decirse a la conversión de vehículos. Al principio tan solo era un hobbie. Transformó con sus propias manos un vehículo de gasolina en eléctrico y lo que empezó como una afición, pasó a plantearse como un proyecto que favoreciera a la movilidad eléctrica.

No se trata de un asunto menor. Un tercio de la contaminación global es por el transporte de vehículos de motor. La solución para contaminar menos y frenar el cambio climático, tal y como lo expone Álex, es reciclar estos miles de millones de vehículos que ya hay fabricados y hacerlos eléctricos. “Si mi granito de arena es que haya a lo mejor un 1% de vehículos eléctricos más, ¡bienvenido sea!” afirma el protagonista de esta historia.

 

 

Al igual que Álex, hay otras personas con hambre de cambio hacia un modelo más sostenible que invierten en el planeta reutilizando lo que ya fue fabricado. Es lo que proponen Gemma y la redeiras gallegas, que crean bolsos, sillas y otros objetos a partir de redes de pesca abandonadas. No en vano, los residuos que abandonamos en la naturaleza representan uno de los problemas de contaminación más importantes a los que se enfrenta el planeta.

El trabajo de rederas no es estable. Tal y como comenta Rosa, una de las participantes del proyecto, puede haber trabajo un mes y luego que no haya durante los próximos tres meses. El proyecto sostenible de Gemma en el reciclaje de redes de pesca les ofrece más salidas.

 

 

El espigamiento, pese a que ahora nos resulte un concepto extraño, es algo que siempre se ha hecho. Se trata de una actividad del sector rural donde personas con pocos recursos iban a buscar los restos que habían quedado de la cosecha. Sin embargo, es algo que se ha ido perdiendo a medida que ha llegado la sociedad de consumo, donde cada vez parece primar menos la sostenibilidad.

Mireia y su equipo han recuperado el espigamiento a día de hoy. Son un grupo de voluntarios que van al campo a trabajar y a recoger la fruta que está deformada. Alimentos que, pese a no tener una forma perfecta, están es condiciones idóneas para el consumo.

“A la gente le sienta mal que se tiren alimentos, pero lo que hay que entender es que todos somos parte del problema y de la solución”, comenta Mireia. No te pierdes el siguiente vídeo y descubre de qué manera podemos aprovechar lo que la tierra nos da para hacer un mundo sostenible.

 

 

Cuando Fernando piensa en el mar de su infancia viene a su cabeza un agua limpia, transparente y sana. Ahora que es adulto, la imagen ha cambiado. Tras estudiar y trabajar durante unos años lejos de su Málaga natal, Fernando regresó a su casa y se encontró que todos esos ecosistemas se habían degradado. Comenzó entonces a grabar unos documentales para mostrar al mundo lo que había ocurrido. También creó la ONG Equilibrio Marino para poder recuperar los ecosistemas dañados y convivir con mares y océanos saludables.

“Dedicarte al cuidado del medioambiente es complicado, pero hacer cosas que influyen en las próximas generaciones es muy importante”. Fernando, como todos los protagonistas de las historias que nos hemos relatado en este artículo, está invirtiendo su esfuerzo y su vida para que todos tengamos un planeta mejor.