La bicicleta pública llega para quedarse
Las emisiones de CO2 a la atmósfera han aumentado. Se hace urgente un cambio hacia una movilidad sostenible. ¿Conoces la bicicleta compartida?La contaminación del aire en las ciudades es la responsable de 7 millones de muertes al año en todo el mundo (según la OMS). Además, en un informe recién publicado por la ONU, las emisiones de CO2 a la atmósfera han vuelto a aumentar a pesar de las advertencias, por lo que se hace necesario un cambio drástico en ciertos hábitos de vida que reduzcan la huella de carbono, como iniciativas para fomentar la movilidad sostenible.
Los gobiernos se han sumado a este urgente y necesario cambio tomando diferentes medidas, como instaurar y mejorar los servicios de bicicleta pública (también conocida como bicicleta compartida), como mejor método para una movilidad sostenible.
En el año 2013 la venta de bicicletas superó a la venta de coches en 23 de los 27 países miembros de la Unión Europea. Con estas cifras se demuestra que cada día más, la población acude a este práctico y saludable medio de transporte para sus desplazamientos habituales.
La crisis puede haber sido uno de los motivos por los que este medio de transporte ha vuelto a estar en auge en todo el mundo, pero también lo es la conciencia cada día mayor en las sociedades de la urgente necesidad de una movilidad más sostenible: reducir la huella de carbono, con lo que se ayuda a frenar el cambio climático y a reducir los niveles de contaminación del aire en las ciudades.
¿Cómo funciona la bici pública?
Las ciudades ponen en marcha un sistema de bicicletas compartidas para que se usen de forma temporal, y generalmente se coge una bicicleta en un punto y se puede devolver en otro diferente. En algunos casos pueden ser bicicletas eléctricas.
En algunas ciudades es un servicio gratuito, mientras que en otras se paga por el tiempo de uso o mediante una cuota.
Ventajas de la bicicleta compartida
1. Facilita que muchos se acerquen a la bicicleta como medio de transporte, la prueben un tiempo, y decidan dar el paso a convertirlo en su medio de transporte habitual.
2. Ayuda a la pacificación del tráfico: cuantas más bicicletas circulan por las ciudades, los coches van con más cuidado. Y esto repercute en beneficio de todos.
3. No contamina, con lo que ayuda a reducir la huella de carbono y la contaminación, cada vez más presente en grandes ciudades.
4. Nos ayuda a ahorrar, ya que es mucho más económico que circular con vehículos particulares o incluso con transporte público.
5. Contribuye a una mejora de la salud física, ya que además hacemos deporte.
¿Cómo de presente está este servicio en el mundo?
Los orígenes se remontan al Bycyclen en la ciudad de Copenhague, en el año 1995. Las bicicletas fueron colocadas a gran escala e incluían publicidad, se pagaba una fianza y se podía disponer de ellas de manera ilimitada. Actualmente en esta ciudad el 26% de los desplazamientos urbanos son en bici.
En España no fue hasta el año 2004 cuando llegó el sistema de bicicletas compartidas, público y totalmente gratuito, de la mano de la ciudad de Vitoria. Actualmente, según un estudio del Earth Policy Institute (EPI), España es el país del mundo donde más ciudades tienen este servicio, con 132 programas, y el tercero en número de bicicletas, con más de 26.000, lo que supera a holandeses y daneses juntos. A pesar de esto, el uso real del servicio es bastante reducido.
En Sudamérica, los primeros dos programas de bicis compartidas fueron lanzados en Río de Janeiro y Santiago de Chile en el año 2008. Actualmente, según el estudio Biciudades 2013, la población de Santiago lidera con un 3%, al igual que Ciudad de México, su uso con estos fines. Bogotá lidera las ciudades latinoamericanas en la disponibilidad de carriles exclusivos para ciclistas, con un total de 376 kilómetros destinados a su uso.
Asia, que representa el mercado de más rápido crecimiento hoy en día, cuenta con programas en China, Corea del Sur y Taiwán.
El sistema de bicicleta pública continúa evolucionando imparable: en 2011, se estimaba que este servicio estaba ya instaurado en 165 ciudades alrededor del mundo, con 237 mil bicicletas en las calles.
Y tú, ¿cuánto usas la bicicleta pública? ¡Cuéntanos la experiencia en tu ciudad!
Fuentes: OMS, Estudio Biciudades 2013, Banco Interamericano de Desarrollo, ONU.