Infraestructuras regenerativas para mitigar los efectos del cambio climático

Cada vez más ciudades de todo el mundo buscan formas de construir infraestructuras regenerativas como respuesta a la consecuencia de la crisis climática.
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“El arquitecto del futuro se basará en la imitación de la naturaleza, porque es la forma más racional, duradera y económica de todos los métodos”, decía Antonio Gaudí sobre los de su gremio.

Inspiradas en esta idea, cada vez más ciudades de todo el mundo buscan formas de construir infraestructuras regenerativas como respuesta a la consecuencia de la crisis climática. Además de los peligros que plantean directamente fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones y sequías, los daños indirectos relacionados con fallos de las infraestructuras son cada vez más frecuentes debido al aumento de las temperaturas, lo que deja claro que los diseños urbanísticos y las construcciones tradicionales necesitan cambiar para adaptarse las nuevas circunstancias.

Como respuesta, surgen las infraestructuras regenerativas: sistemas diseñados no sólo con el objetivo de cubrir las necesidades actuales, sino también de ser capaces de adaptarse a las demandas del mañana. 

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

Donde la regeneración y las infraestructuras se encuentran

Las infraestructuras sostenibles son aquellas que están diseñadas y construidas teniendo en cuenta los impactos ambientales, económicos y sociales a largo plazo. El objetivo de las infraestructuras sostenibles es reducir su impacto en el medio ambiente, conservar los recursos naturales y mejorar la calidad de vida de las comunidades locales.

Las infraestructuras regenerativas parten de esta idea, pero van más allá. Su objetivo principal es restaurar el equilibrio en los ecosistemas, en lugar de simplemente minimizar su impacto. Se enfocan en crear soluciones integradas que ven la infraestructura como parte de un sistema natural más grande.

Estas infraestructuras se basan en la idea de que la construcción debe ser capaz de regenerar y restaurar el medio ambiente en lugar de degradarlo o agotarlo. Esta práctica incluye el uso de técnicas de construcción y tecnologías verdes, la utilización de energías renovables y la conservación de recursos naturales, con el objetivo de minimizar los residuos y la contaminación generados por los edificios y las ciudades. Además, las infraestructuras regenerativas buscan mejorar la salud y el bienestar de la comunidad al proporcionar espacios verdes y saludables para vivir y trabajar.

Un gran ejemplo de este tipo de diseño urbanístico podemos encontramos en Seúl, capital de Corea del Sur. Hace apenas dos décadas el arroyo Cheonggyecheon, que atraviesa el centro de la ciudad yacía bajo toneladas de hormigón. Sin embargo, un proyecto que buscaba regenerar la zona lo sacó de nuevo a la luz y ahora fluye de nuevo, limpio y azul, por el corazón de la megalópolis asiática. Ahora los ciudadanos disfrutan de un corredor verde y acogedor que invita a pasear y al más puro esparcimiento.

Pero es más que eso: el arroyo previene el riesgo de inundaciones, ha multiplicado por seis la biodiversidad y combate la contaminación y el efecto isla de calor ­la temperatura es entre 3,3 y 5,9 grados inferior a la registrada en calles paralelas.

 

Fargo-Moorhead, un desvío fluvial para mitigar inundaciones

Otro gran ejemplo de infraestructura regenerativa, en este caso aún en construcción, lo encontramos en Dakota del Norte y se trata de la primera iniciativa de financiación verde en Estados Unidos diseñada específicamente para la adaptación y mitigación del cambio climático. Hablamos del desvío de aguas de inundación Fargo-Moorhead para hacer frente a la amenaza de desbordamientos e inundaciones del Río Rojo. El proyecto surgió a partir de los estudios realizados tras la histórica inundación del río, que causó daños estimados en 3.000 millones de euros.

El proyecto consiste en la construcción de un canal de desvío de 30 millas (48 kilómetros) alrededor del área metropolitana de Fargo, además de una serie de infraestructuras como presas, canales, puentes y otras estructuras que controlen las posibles futuras inundaciones del río. Además, contempla la restauración de áreas naturales y de humedales de la zona. Una vez completado, protegerá a más de 235.000 personas de los principales núcleos de población entre Fargo y Moorhead.

 

De qué forma las infraestructuras regenerativas nos ayuda con las inundaciones

El caso de Dakota y la amenaza del río por desbordamientos no es el único. Muchas ciudades se están enfrentando ahora a inundaciones causadas por lluvias torrenciales u otros fenómenos meteorológicos relacionados con el cambio climático. La razón principal es la desconexión que existe en su diseño entre la urbe y el agua.

Para conseguir una gestión hídrica sostenible surgen estrategias como la ciudad esponja, un proyecto urbanístico del que ya os hablamos aquí. Pero cada vez son más los proyectos destinados, como Fargo-Moorhead, a prevenir y mitigar las inundaciones:

  • Infraestructura verde: la infraestructura regenerativa promueve el uso de espacios verdes y áreas permeables que permiten la infiltración del agua en el suelo. Esto puede reducir la cantidad de escurrimientos de la superficie y el riesgo de inundaciones.
  • Sistemas de drenaje sostenibles: la infraestructura regenerativa puede incluir la instalación de sistemas de drenaje sostenibles, como zanjas, depresiones y humedales construidos, que pueden filtrar y ralentizar el caudal del agua, reduciendo el riesgo de inundaciones.
  • Conservación y restauración de ríos: puede ayudar a prevenir la erosión de las riberas y a mantener el caudal del agua dentro del canal del río, en lugar de fuera de él, lo que reduce el riesgo de inundaciones.
  • Utilización de terrazas y barreras naturales: las infraestructuras regenerativas pueden promover la creación de terrazas y barreras naturales, como muros vivos y pantallas de plantas, que pueden ayudar a reducir la velocidad del agua de lluvia y disminuir los riesgos de inundación.

Frente a un escenario mundial en constante cambio, es inminente pensar en este tipo de infraestructuras como un bien necesario para crear ciudades regenerativas y resilientes.

 

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