La temperatura en Europa aumenta el doble que en el resto del planeta

Las energías renovables se postulan como el mayor aliado de Europa para conseguir limitar el ascenso de las temperaturas en el continente, que duplica al global.
alt-img-cambio-climatico

Europa se está calentando a un ritmo alarmante, más rápido que cualquier otro continente, según la última advertencia de la agencia meteorológica de la ONU. El año 2022 marcó un hito, con temperaturas que se dispararon 2,3 °C por encima de la media del período preindustrial. Las consecuencias de este aumento de temperatura han sido evidentes: olas de calor extremo, sequías severas e incendios forestales devastadores que han resultado en más de 16.000 muertes. En este contexto, la apuesta por las energías renovables se vuelve esencial para mitigar los impactos del cambio climático y proteger el futuro de Europa.

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

¿Cuál es la situación climática de Europa frente a otros continentes?

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha publicado la segunda edición de su informe anual Estado del clima en Europa en 2022. Según el documento, elaborado junto con el Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea, la temperatura en el continente en 2022 se elevó aproximadamente 2,3 °C  por encima de la media del período preindustrial. Un dato preocupante si tenemos en cuenta que, en todo el planeta, el calentamiento estuvo en alrededor de 1,1 grados.

No solo eso, sino que Europa ha estado experimentando un calentamiento dos veces más rápido que el promedio global desde la década de 1980, una tasa que supera la de cualquier otro continente.

 

“La temperatura en el continente en 2022 se elevó aproximadamente 2,3 °C  por encima de la media del período preindustrial”.

 

Aunque aún quedan unos meses para terminar el año, 2023 parece seguir la estela de su antecesor. El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, anunció este verano que la era del calentamiento global había terminado para dar paso a la era de la ebullición global cuando se supo que julio de 2023 había sido el mes más caluroso de los últimos 120.000 años.

El incremento de las temperaturas no solo amenaza la biodiversidad y los ecosistemas, sino que también tiene implicaciones profundas para la economía y la salud de las personas. Los cambios en los niveles del mar y en los patrones de precipitación ya son evidentes, y los eventos climáticos extremos, antes inusuales, se están convirtiendo en la norma.

 

Las consecuencias del aumento de la temperatura en Europa

«El estrés térmico sin precedentes que sufrieron los europeos en 2022 fue uno de los principales causantes del exceso de muertes relacionadas con el clima en Europa, señalaba Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, en la presentación del informe. Los eventos climáticos registrados fueron responsables de más de 16.000 muertes y afectaron directamente a 156.000 personas en Europa en 2022. En este artículo hablamos en profundidad sobre los peligros de las altas temperaturas.

Para Bélgica, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal, España, Suiza y el Reino Unido este fue el año más cálido jamás registrado. En cuanto a lluvias, también hubo récords con consecuencias de gran alcance para la agricultura y la producción de energía.

Los meses de enero a septiembre fueron los más secos de la historia de Francia. En el caso de Reino Unido, estos meses fueron los más secos desde 1976. Las reservas de agua de España disminuyeron al 41,9 % de la capacidad total el 26 de julio, con una capacidad aún menor en algunas cuencas.

 

“Los eventos climáticos registrados fueron responsables de más de 16.000 muertes y afectaron directamente a 156.000 personas en Europa en 2022”.

 

El incremento de la temperatura también impulsa el deshielo del continente. Los glaciares europeos experimentaron una pérdida de aproximadamente 880 kilómetros cúbicos de hielo desde 1997 hasta 2022. Los Alpes sufrieron el mayor impacto, con una disminución promedio de la capa de hielo de 34 metros. Durante 2022, los glaciares alpinos registraron una pérdida de masa inédita para un solo año, ocasionada por la falta de nevadas en invierno, un verano extremadamente caluroso y depósitos de polvo provenientes del Sahara.

El derretimiento de la capa de hielo en Groenlandia contribuyó con cerca de 14,9 mm al incremento promedio global del nivel del mar. De acuerdo con las evaluaciones científicas, continuó perdiendo masa durante 2022, según señala el informe de la OMM.

Las temperaturas medias de la superficie del mar en todo el Atlántico Norte fueron las más altas jamás registradas y grandes áreas de los mares de la región sufrieron intensas olas de calor marino. Las tasas de calentamiento de la superficie de los océanos, especialmente en el Mediterráneo oriental, el Mar Báltico, el Mar Negro y el Ártico meridional, superaron más de tres veces el promedio mundial.

 

Un rayo de esperanza para el clima: el crecimiento de las energías renovables en Europa

El mismo informe destaca un rayo de esperanza de cara al futuro climático de Europa: las energías renovables. Para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el ascenso de las temperaturas, es necesario sustituir los combustibles fósiles por fuentes de energía limpias. Por suerte, parece que la UE está en el buen camino.

Según el análisis de la electricidad en Europa efectuado por EMBER, la energía eólica y la energía solar en Europa generaron en 2022 el 22,3 % de la electricidad de la UE, superando así por primera vez a la energía producida a partir de gas natural (20 %) y carbón (16 %), en parte debido al gran aumento de la capacidad de generación de energía solar.

Este hito, del que os hablamos en este artículo, es consecuencia de varios factores, incluido un aumento significativo de la capacidad de energía solar instalada en 2022. “Además, la radiación solar superficial anual registrada en Europa en 2022 fue la más alta desde 1983 (inicio del registro de datos satelitales), un 4,9% por encima del promedio para el período de referencia 1991-2020″, añade el informe.

Unos datos que acompañan al compromiso de la UE de aumentar la producción de energía renovable hasta al menos el 42,5 % del consumo total para 2030, casi el doble de los niveles de 2019.

En definitiva, el informe de la Organización Meteorológica Mundial sobre el estado del clima en Europa en 2022 presenta una imagen preocupante. Pero también hay signos de esperanza. La transición hacia las energías renovables está en marcha. Sin embargo, estos cambios deben acelerarse.

La situación de Europa nos anima a intensificar los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y lograr así mitigar el ascenso de las temperaturas en este y el resto de los continentes.

 

Fuentes: