¿Por qué es vital para España una Ley de Cambio Climático?

Si no contamos con la voluntad de los gobiernos en forma de legislación, la transformación contra el calentamiento global no será posible.
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La Revolución Industrial trajo consigo una transformación económica, social y tecnológica, pero también la contaminación del planeta a causa de la emisión de una cantidad de gases de efecto invernadero (GEI) muy superior a la que podía soportar. La consecuencia, el calentamiento global y el cambio climático generalizado, una realidad que ya no podemos negar y que ha llegado para quedarse.

España es uno de los países de la Unión Europea que peor lo va a pasar con el cambio climático. Los científicos ya no hablan de cómo evitarlo, sino de cómo adaptarnos a él. Tenemos solo 10 años para protagonizar un cambio de paradigma social y energético, y para ello, si no contamos con la voluntad de los gobiernos en forma de legislación, esta transformación será imposible. Necesitamos una Ley de Cambio Climático. En este video te explicamos de una forma muy sencilla dónde está el problema y cuál sería (porque existir existe) la solución:

 

Adaptarse o adaptarse

A ningún gobierno del mundo le es ajeno lo del calentamiento global. Los científicos avisan de ello con informes categóricos, y la climatología lo hace con desastres naturales. Una de las paradojas de la condición humana es lo tercos que a veces somos para adaptarnos a los cambios y, en materia medio ambiental, lo estamos demostrando.

España es uno de los países de la Unión Europea que peor lo va a pasar con el cambio climático. Necesitamos una #LeyDeCambioClimáticoYA

 

Y es que del calentamiento global se habla ya desde los años 60. En los años 90 la comunidad científica lo tiene cada vez más claro, pero no es hasta 1997 que la mayoría de países del planeta se ponen de acuerdo con el Protocolo de Kioto en la necesidad de reducir las emisiones de los gases a la atmósfera que producen el efecto invernadero. Será el principio de un largo caminar en la diplomacia internacional que cristalizará, casi 20 años después, en el Acuerdo de París de 2015.

Una cosa quedó clara con este acuerdo: si los países no abordan el problema medio ambiental al que se enfrenta el planeta con planes nacionales, desde dentro, será muy difícil atajarlo de manera global.

 

Marcos regulatorios contra el cambio climático en el mundo

Algunos países sí se han dado por aludidos y llevan ya años actuando para favorecer la transición energética con planes nacionales concretos y exhaustivos. Botones de muestra encontramos en casi todos los continentes. Reino Unido fue el primer país en legislar de manera nacional la emisión de gases. A pesar de las diferencias entre partidos, hubo un consenso político en relación a esta materia que facilitó la creación del llamado UK Climate Change Act 2008. Este programa ha sobrevivido a cuatro cambios de Gobierno en el país. Gracias a este marco regulatorio se han reducido las emisiones, mientras la economía del Reino Unido ha continuado creciendo.

 

México, un país con un grupo de presión de energías fósiles muy poderoso, adoptó en 2012 una LGCC (Ley General del Cambio Climático) tras dos años de negociación y en 2015 la Ley de Transición Energética. Marcos legales todos ellos desarrollados para reducir emisiones en el país, regular el uso eficiente de la energía y aumentar las energías limpias.

Francia cuenta con una Ley de Transición energética para el Crecimiento Verde desde 2015 y China, el país más contaminante hoy, está desarrollando políticas cada vez más ambiciosas motivadas, fundamentalmente, por el problema de la polución en el aire y la urbanización descontrolada.

EE. UU tiene visiones políticas muy divididas respecto al cambio climático, pero a pesar de los grupos de presión de los combustibles fósiles y los movimientos negacionistas, existen iniciativas más locales en el país que ya están trabajando por reducir las emisiones y luchar contra las energías contaminantes, como la US Climate Alliance.

 

Una ley de cambio climático que todos quieren, pero nadie aprueba

Chile, Japón, Sudáfrica…, podríamos seguir enumerando países que han elevado a categoría legislativa el problema medio ambiental que afrontamos. Sin embargo, España no aparece aún en la lista, a pesar de que en los últimos 50 años la temperatura de nuestras ciudades ha subido más del doble que en el resto del mundo, es decir, ya notamos las consecuencias del calentamiento global.

Y se da una paradoja. España podría ser una superpotencia mundial verde. Según datos de la industria, España ya exporta más tecnología eólica que vino o calzado. Las energías limpias ya son las más baratas de todas y en 10 años podríamos producir más del 80 % de nuestra electricidad sin contaminar nada. De hecho, es el segundo país de Europa que más empleo crearía si de adaptase al cambio climático. A pesar de estas cifras, España se gasta el mismo dinero en importar combustibles fósiles que el presupuesto de 5 ministerios juntos.

La lucha contra el cambio climático es responsabilidad de los actores privados y de la sociedad, pero sin un marco regulatorio que apueste por una transición energética libre de emisiones - una Ley de Cambio Climático  - que impulse este cambio de paradigma llegaremos tarde a la cita con la adaptación.  

Fuentes: Naciones Unidas, El País