Lugares en el punto de mira climático: los ecosistemas y ciudades más vulnerables

Los arrecifes de coral, el Mardi Gras en Nueva Orleans o la Plaza de San Marcos en Venecia son algunos de los lugares más impresionantes del planeta que están viviendo las consecuencias del cambio climático.
Wind energy on Global Wind Day

Además de amenazar la supervivencia de la flora y fauna del planeta, la crisis climática está afectando a algunos de sus rincones más visitados y a las personas que habitan en ellos. Nuestros ecosistemas más ricos en biodiversidad y algunos de los centros urbanos más icónicos están en riesgo de desaparecer o de experimentar grandes cambios debido a fenómenos medioambientales como el aumento del nivel del mar o la acidificación de los océanos. 

¿Qué voy a leer en este artículo?

 

Arrecifes de coral, los jardines del mar en peligro

Primera parada por este viaje por los lugares afectados por el cambio climático: los arrecifes de coral, conocidos como los "bosques tropicales del mar", que están siendo afectados por el aumento de las temperaturas oceánicas y la acidificación del agua. El Gran Arrecife de Coral en Australia, una maravilla natural que puede ser vista desde el espacio, ha perdido más de la mitad de su cobertura coralina entre 1985 y 2012.

Este ecosistema no solo es crucial por su biodiversidad, sino también porque sustenta la vida de millones de personas que dependen de él para su alimentación y medios de vida. Los arrecifes de coral proporcionan hábitat y refugio para una infinidad de especies marinas, desde pequeños invertebrados hasta grandes peces depredadores.

La pérdida de biodiversidad en los arrecifes de coral tiene consecuencias ecológicas y económicas de gran alcance. Al blanquearse y morir los corales no solo pierden su capacidad de sostener una rica vida marina, sino que también disminuyen sus beneficios ecosistémicos, afectando directamente a las comunidades humanas que dependen de ellos. Además, los arrecifes de coral suelen actuar como barreras naturales, protegiendo las costas de la erosión y de los daños causados por desastres naturales como tormentas y tsunamis. Sin una acción climática efectiva, podríamos perder este tesoro natural en las próximas décadas.

 

Ciudades costeras al borde del abismo

Continuamos nuestro viaje a los lugares afectados por el cambio climático por las ciudades costeras alrededor del mundo. Y es que estas urbes, desde Nueva York hasta Bangkok, están en una carrera contra el tiempo. El aumento del nivel del mar, impulsado por el derretimiento de los glaciares debido al calentamiento global, amenaza con sumergir estos centros urbanos bajo el agua.

En Venecia, las frecuentes inundaciones ya han alterado significativamente la vida diaria y el turismo. La situación es igual de preocupante en ciudades como Miami, donde las propiedades y las infraestructuras están en constante riesgo por las mareas crecientes y las tormentas intensificadas.

El nivel medio global del mar ha aumentado unos 17 centímetros en los últimos 100 años. Lo preocupante es que esta tasa de aumento se está acelerando. A finales del siglo XX, el mar subía alrededor de 1,7 milímetros por año. Pero a principios del siglo XXI esa cifra ya había subido a 3,1 milímetros por año debido al calentamiento global.

Hoy en día, el mar está subiendo a un ritmo de 3,7 milímetros anuales. Para 2050 se espera que el nivel del mar en las costas de Estados Unidos suba entre 0,25 y 0,3 metros, lo que aumentará la probabilidad de inundaciones en nuestras principales ciudades. A esta situación se suma un problema adicional: el hundimiento costero, el cual no siempre se toma en cuenta.

 

                                       “Hoy en día, el mar está subiendo a un ritmo de 3,7 milímetros por año”.

 

Un estudio reciente publicado en Nature ha señalado este fenómeno que agrava los efectos del aumento del nivel del mar. Según los expertos, incluso con las defensas costeras actuales, entre 1.006 y 1.389 kilómetros cuadrados adicionales podrían estar en riesgo, afectando a entre 55.000 y 273.000 personas y entre31.000 a 171.000 propiedades.

Lugares como como Boston, Nueva Orleans y San Francisco son especialmente vulnerables a las consecuencias de la emergencia climática. Ignorar el hundimiento del terreno puede llevar a pronósticos incorrectos y a una falta de preparación adecuada.

 

Amazonía, el pulmón del mundo en llamas

La selva amazónica, a menudo llamada el "pulmón del mundo, es otro de los lugares únicos del planeta que está sufriendo las consecuencias de la crisis climática debido a la deforestación. Con cada hectárea perdida, no solo desaparecen especies irremplazables, sino que también se reduce la capacidad de esta vasta selva para absorber dióxido de carbono, exacerbando aún más el problema climático. Si la Amazonía llega a un punto de no retorno, podríamos ver cómo se transforma en una sabana, perdiendo su capacidad para regular el clima global, según se asegura en este estudio.

Los científicos afirman que alrededor de tres cuartas partes de la selva tropical muestran signos de "pérdida de resiliencia"; es decir, una menor capacidad para recuperarse de perturbaciones como sequías, tala de árboles e incendios. Y advierten que, aunque no es posible saber con exactitud cuándo se producirá la transición de la selva a la sabana, debemos tomar medidas para que no sea demasiado tarde.

 

                “Si la Amazonía llega a un punto de no retorno, podríamos ver cómo se transforma en una sabana”.

 

Islas del Pacífico, paraísos que se desvanecen

Pequeñas naciones insulares como Kiribati y las Maldivas están en el umbral de la desaparición. Estas islas enfrentan el doble golpe de la subida del nivel del mar y la erosión costera, lo que hace que partes de sus territorios ya sean inhabitables. La pérdida de estas islas no solo significaría la desaparición de culturas y comunidades únicas, sino también un desplazamiento masivo de personas conocidas como los primeros refugiados climáticos.

Estas personas, obligadas a abandonar sus hogares debido a factores ambientales extremos, representan un desafío humanitario y logístico sin precedentes. 

Un ejemplo de cómo estos lugares están siendo afectados por el cambio climático se vive en Cartí Sugdupu, una isla habitada por el pueblo Guna en Panamá. Este pequeño enclave afronta una situación crítica debido al aumento del nivel del mar y la constante erosión de sus costas. Las aguas crecientes y la pérdida de tierra han dejado a la comunidad sin más opción que abandonar su hogar.

Hace apenas unas semanas conocíamos la noticia de la mudanza que tuvo que llevar a cabo esta comunidad indígena, que ha sido realojada en la tierra firme del continente. Más concretamente en la urbanización Nuevo Cartí, en la comarca indígena de Guna Yala, frente al Caribe. Un conjunto de viviendas que construyó el gobierno panameño con el fin de ofrecerles un nuevo hogar.

 

Delta del Mekong, una cuenca en crisis

El sudeste asiático es otro de los sitios afectados por el cambio climático.  Concretamente, una de las zonas que sufre más los impactos es el delta del Mekong, al sur de Vietnam, uno de los sistemas fluviales más productivos del mundo.

Esta región de 40.000 kilómetros cuadrados y aproximadamente 18 millones de habitantes produce aproximadamente la mitad de la cosecha total de arroz de Vietnam y casi tres cuartas partes de sus productos de fruta, acuicultura y pesca. Sin embargo, el territorio encara una gran cantidad de amenazas debido al cambio climático y la explotación de los recursos naturales. La causa principal es la intrusión de agua salada debido al aumento del nivel del mar y el hundimiento de la tierra, que ya ponen en peligro la biodiversidad y los medios de vida de millones de personas en el delta del Mekong.

 

Parque Nacional Sundarbans, un refugio en peligro

El Parque Nacional Sundarbans, que se extiende entre India y Bangladesh, alberga el mayor bosque de manglares del mundo y es el hogar del majestuoso tigre de Bengala. Pero este vasto delta, que alberga cerca de 100 islas, atrae desde hace unos años la atención mundial por una razón muy diferente.

Allí se ve en forma evidente cómo el cambio climático hace estragos en la vida de miles de personas y genera un flujo incesante de desplazados. Este lugar único está bajo amenaza debido al aumento del nivel del mar y las tormentas extremas. Los manglares, que actúan como barreras naturales contra las mareas de tormenta, están siendo destruidos, exponiendo a millones de personas a riesgos de inundación y pérdida de hábitat.

Muchos hombres se han visto forzados a abandonar las islas y buscar trabajo en otros sitios, porque el aumento en el nivel del mar y la penetración del agua salada hace que no se pueda practicar la agricultura. En Sagar, la isla más grande y poblada de la zona, la erosión se está acelerando e imágenes de satélites de la NASA muestran que el nivel del mar ha subido un promedio de tres centímetros por año en las últimas dos décadas.

El cambio climático no discrimina entre lugares; afecta tanto a los ecosistemas más remotos como a las urbes más concurridas. Por ello, es imprescindible promover acciones que reduzcan y mitiguen las emisiones contaminantes con el objetivo de evitar que la temperatura del planeta siga aumentando. Por otro lado, las ciudades deben seguir apostando por medidas para adaptarse a estos cambios, por ejemplo, mediante el desarrollo de las infraestructuras regenerativas o restaurando los paisajes. La lucha por el clima es, en última instancia, una lucha por la supervivencia y la preservación de las maravillas naturales que hacen de nuestro planeta un lugar único.